Si la capacidad del teléfono no se puede ampliar, lo mejor es trabajar en la nube. En caso contrario, toda la información debe volcarse en la tarjeta externa
Móviles con poca capacidad
En el mercado actual existen dos tendencias diferentes respecto a lacapacidad de almacenamiento que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un
«smartphone»: ¿conviene decantarse por un modelo de teléfono que permita al usuario ampliar la memoria interna con una tarjeta de memoria o no?
Marcas como Nexus y
iPhone, de las más importantes en la actualidad, lo tienen claro: sus smartphones no permiten al usuario ampliar su memoria con ningún tipo de tarjeta. La filosofía de estas compañías difiere con lo que tradicionalmente los usuarios vienen haciendo: se ha de trabajar en la
nube. De esta manera, todas las fotos, archivos y vídeos siempre estarán a salvo aunque
nos roben o perdamos el teléfono y, además, permitirán que la capacidad del mismo no se vea mermada.
De esta manera, el usuario dispondrá de la memoria interna al completo para instalarse todo tipo de aplicaciones. El
Nexus 5, el último modelo que Google ha lanzado al mercado, viene con 16 GB y 32 GB de capacidad, al igual que el iPhone 5C y 5S, aunque este último también está disponible en 64 GB. Cualquiera de estos modelos tienen espacio más que suficiente para instalar todo tipo de aplicaciones.
Sin embargo, aún nos cuesta adaptarnos a esta nueva filosofía de trabajar en la nube y por ello existen otras compañías, como
HTC,
Samsung o las marcas asiáticas, que cada vez pisan más fuerte, comoHuawei, Zopo o ZTE, que permiten aumentar la capacidad de sus smartphones con microSD de 32 Gb o 64 GB.
En estos casos, y sobre todo para aquellos usuarios con modelos más antiguos como el HTC Wilfire S, Samsung Galaxy Y o similares, cuya capacidad interna ronda los 160 Mb, conviene llevar a cabo ciertos «trucos» para evitar que constantemente salte el mensaje de «memoria interna casi llena» y, por tanto, se ralentice el terminal.
Lo primero que todo usuario debe hacer es trasladar todas las aplicaciones, archivos, imágenes, vídeos y demás contenido a la tarjeta externa para evitar colapsar la memoria interna del «smartphone». Además, si el usuario cambia de móvil, en esa misma tarjeta tendrá todo el contenido que no quiere perder en su nuevo terminal.
El problema es que no todas las aplicaciones se pueden trasladar a la tarjeta externa por lo que un teléfono con poca capacidad, de unos 150 Mb, se va a colapsar con tan solo tener instalado
WhatsApp,Facebook y Twitter, aplicaciones que, además, no pueden trasladarse a la tarjeta externa.
Por tanto, de vez en cuando conviene borrar la memoria caché así como los datos almacenados en cada una de las aplicaciones, como archivos o mensajes de WhatsApp excesivamente largos, si es que previamente no se han configurado para impedir que almacenen tanta información. Un último truco es no actualizar las «app» a no ser que sea estrictamente necesario, pues las nuevas versiones ocupan una mayor capacidad del dispositivo móvil.