La globalización es un proceso histórico de múltiples facetas, políticas, económicas, culturales y medioambientales, que ofrece grandes oportunidades para avanzar en el desarrollo mundial. El comercio, los flujos financieros y la modernización de las comunicaciones electrónicas han permitido una creciente integración de las economías de todo el mundo.
Pero la globalización no avanza de manera uniforme. Según un estudio del Fondo Monetario Internacional, algunos países se han integrado a la economía mundial con mayor rapidez que otros; los que lo han hecho han registrado un crecimiento económico más rápido y han logrado disminuir la pobreza. El FMI sostiene que la mayor parte de los países de Asia Oriental, que se contaban entre los más pobres del mundo hace 40 años, se han convertido en países dinámicos y prósperos gracias a la aplicación de políticas de apertura al exterior. Además, a medida que mejoraron las condiciones de vida, avanzaron en su proceso democrático; en el plano económico, lograron progresos en cuestiones como el medio ambiente y las condiciones de trabajo.
Las oportunidades que ofrece la globalización tienen, sin embargo, como contrapartida el riesgo de la volatilidad de los flujos de capital y el riesgo de deterioro de la situación social, económica y ambiental. Según el FMI, para que todos los países se beneficien de la globalización, la comunidad internacional debería esforzarse por ayudar a los países más pobres a integrarse en la economía mundial, respaldando reformas que fortalezcan las economías y el sistema financiero mundial para lograr un crecimiento más rápido y garantizar la reducción de la pobreza.
El término Globalidad lo utilizamos para calificar un mundo multipolar o globo multilateral. Globalidad no es sinónimo de expansión de la actividad comercial de este a oeste, sino una realidad global, nueva y diferente, en la cual, las empresas competirán con todos, en todas partes y con todo. Se trata de un tipo de entorno diferente donde los negocios fluyen en todas direcciones. Y por todo, entendemos exactamente eso, todos los recursos y mercados mundiales. Cada cual tratara de arrebatar lo mismo que quiere el resto, es decir materias primas, capital, conocimientos, capacidades y lo que es más importante, personas: líderes, gerentes, trabajadores, asociados, colaboradores, proveedores y, por supuesto, clientes.
El globalismo es un proceso ideológico que procesa y modifica la realidad encubriéndola, simplificando la globalización económica hasta convertirla en el mejor mundo posible. Se entroniza al mercado en solución universal, presentándolo como el fin de la historia, legitimizando socialmente de esta forma la globalización económica.
El globalismo afirma que la actual globalización económica resulta beneficiosa para todos los que quieran aprovechar esta oportunidad que pretende extender sus bienes a todos los rincones de la tierra. ¡ Pero no a todos los lugares donde entra MacDonalds llega el paraíso, ni que todos puedan consumirlo.
Hoy se sabe que la globalización económica fracasa en unos cien países y evita los lugares donde presuntamente no tiene ganancias, como es el caso de gran parte de Africa. El globalismo refleja en todas sus dimensiones las diferencias y el dominio de los pueblos más ricos sobre los pueblos pobres y excluidos y la doblez del lenguaje. Son proteccionistas, distorsionan el mercado libre, contaminan la atmósfera y agotan los recursos naturales; exigen a los países pobres el desmantelamiento de sus barreras arancelarias, mientras que ellos mismos las refuerzan. De esta forma va creando focos de inestabilidad social.
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